"if the essence of Manhattanism was ‘to live inside fantasy’, then OMA would be a ‘machine to fabricate fantasy" Hal Foster refiriendo a Rem Koolhaas. Hace poco mirabamos via www unas conferencias sobre las hoy muy difundidas Eco-ciudades. Michelle Provoost, presidenta del INTI, introduciendo el tema se preguntaba sobre cuánto de realidad y cuánto de cuento hay en estos proyectos que en su mayoría todavía no han salido del papel. Cuando le tocó el turno a Winny Maas, arquitecto de los MVRDV y uno de los disertantes de la noche, el decía ser bastante escéptico con el tema pero que le gustaba que los arquitectos pudieran “soñar”: "Me gusta la palabra "soñar". Muchos arquitectos en Holanda han dejado de hacerlo. Yo les llamo la generación "happy bricks". Sus edificios se ven bien pero irradian cierta desesperación" Sin embargo lo que a nosotros no pareció era que el que irradiaba “desesperación” era el mismo Winny Maas, presentando un proyecto poco convincente y respondiendo dificultosamente a las preguntas del público. Al investigar algunos de estos proyectos nos asombramos al ver que lo fantasioso e irreal de algunas propuestas , como también de que ya muchos de ellos han fracasado antes de comenzarse a construirse, entre otras cosas por la poca comprensión de los diseñadores sobre las condiciones locales. Ante esta situación no nos queda más que avergonzarnos ante la irresponsabilidad con que la arquitectura está tratando el tema. Sin embargo, y más allá de los proyectos específicos, otra cuestión que llama la atención es este pretendido regreso a los viejos ideales de la Arquitectura, con mayúsculas, de querer arreglar el planeta. Hace unas décadas el mundillo arquitectónico se revolucionaba con una nueva generación que había logrado quitarse todo el polvo social y moral que la arquitectura había establecido para sí durante el siglo XX para dedicarse a responder libremente al mercado a través y unicamente de la estética. Hoy se hace extraño escuchar a Winny Maas, y a muchos otros starchitects, enarbolando el sueño ecológico y criticando la generación "happy bricks" que ellos mismo constribuyeron a construir hace poco tiempo atras. Solo basta fijar la vista en estos estudios de arquitectura para ver que ellos mismos son muy poco sostenibles, no solo en la arquitectura que hacen sino también en su propia forma de trabajo. Convertidos en enormes maquinarias empresariales estos "estudios de arquitectura" esclavizan a estudiantes o recién egresados, que mal pagos deben hacer además cantidades de horas fuera de contrato para poder producir decenas de maquetas y planos para cada proyecto las que finalmente terminarán en el cesto de la basura. En un libro, donde el autor investigó durante algunos años la forma de trabajo del estudio OMA de Rem Koolhaas, se nos habla de que para cada proyecto el estudio genera al menos unas 35 maquetas solo con el objetivo de generar "ideas originales". Es habitual oir además que los jóvenes que allí trabajan deciden irse por propia cuenta, y con la "cabeza quemada", después de unos meses dado lo insostenible e insalubre de la forma de trabajo. Y no solo dentro del estudio queda su insostenibilidad cuando leemos que finalmente la mayoría de sus proyectos son desarrollados y ejecutados por estudios de arquitectos del sitio en donde se desarrolla el edificio ¿Cómo pueden ser capaces entonces estos arquitectos de proponer una ciudad sostenible? Sin dudas este es un modelo de arquitectura y de arquitecto , o como diría Maas de "sueño", que no compartimos y es un modelo que no querríamos continuar apoyando. El problema medio ambiental es grave, pero no es más que uno de los muchos problemas que hoy enfrentan nuestras sociedades y ciudades, y por ende la arquitectura. ¿O resuelven las ciudades ecológicas la falta de viviendas asequibles, la escasez de recursos, los conflictos culturales producidos por inmigraciones, la privatización de la ciudad, la inseguridad, etc., etc. Sin dudas unos pocos starchitects no pueden resolver todos estos conflictos, a menos que estas eco-ciudades se conviertan en el futuro en gated-cities, con habitantes exclusivos. Pero mejor no ir por este camino. Estamos convencidos de la capacidad de la arquitectura en dar soluciones en infinidad de cuestiones. Solo hace falta mirar a nuestro alrededor con un buen filtro para descubrir que esto es algo que está ocurriendo todo el tiempo, pero que no lo vemos. Arquitectos que van produciendo con sus ideas y proyectos verdaderas soluciones y revoluciones para una sociedad que realmente las está pidiendo. Una escuela en donde no haga tanto calor para los niños, es arquitectura contemporánea, sostenible y sin metáforas. Unos arquitectos que le dan vueltas a nuestras propias reglamentaciones urbanas para burlarse de ellas con el objeto de solucionar pequeños problemas individuales, es arquitectura contemporánea, crítica y revolucionaria. Una ciudad que crea espacio público de terrenos vacíos privados hace urbanismo contemporáneo, inteligente, flexible y sin fuegos de artificio. Un arquitecto que diseña en el límite de lo mínimo y abre con su proyecto la puerta a más soñadores (que completarán su casa y su barrio a gusto) hace arquitectura contemporánea y participativa, sin minimalismos ni egocentrismos. Un arquitecto que explora la realidad de la vivienda urbana para responder a sus problemáticas, hace arquitectura innovadora y necesaria. Son en apariencia pequeñas ideas sueltas, individuales y muchas veces locales, pero que sin dudas contienen juntas un gran potencial que puede dar un nuevo aliento a la arquitectura. Intentamos romper con la mirada homogeinizadora y globalizante que se hace actualmente de la arquitectura. Una mirada monopolizada por la superficialidad estética, que deja en un segundo plano cualquier otro tema o problemática que muchos proyectos abordan actualmente, y que podrían generar una mirada diferente sobre la profesión. Soñamos que en el futuro cercano una arquitectura como la que proponemos atraiga también el interés, estudio y difusión de los medios académicos y que encuentre un lugar de de preferencia en los medios de difusión de arquitectura.No se trataría ya solo de una arquitectura del objeto, de lenguajes, o de estéticas -ésta sería sin dudas una rama más de estudio e investigación- sino de una nueva inteligencia creativa que revitalice el sueño en la arquitectura de ser una profesión comprometida con nuestro mundo.
3 Comments
a.d.
1/21/2010 06:54:00 pm
bueno después de haber colaborado con MVRDV con una beca Leonardo da Vinci y haber participado en el proyecto de una "ciudad sostenible" durante ese período, me siento aludida por este artículo. He de reconocer que nos explotan en el estudio, pero no mucho más que en cualquier estudio pequeño que también se mata por sacar concursos adelante y normalmente si no ganan no te pagan nada y no tienes ningún tipo de contrato, al contrario que en MVRDV. Para mi la experiencia en Holanda trabajando con MVRDV valió la pena, he aprendido mucho y me gusta su línea de trabajo. Otro tema es la sostenibilidad y ahí he de estar de acuerdo que normalmente es sólo una fachada porque es lo que vende, pero creo q esto pasa a todos los niveles, no creo que se quede en los "starchitects".Al fin y al cabo siempre hay un cliente y un presuesto detrás, por mucho que seas Winny o Jacob, porque de eso también he aprendido bastante en el estudio. POdría alargarme mucho sobre este tema, pero creo que como comentario ya me he extendido bastante! un saludo
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6/23/2012 05:25:09 am
I created a weebly blog after seeing how simple it looked.
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1/25/2017 07:19:50 am
Gracias por exponer de manera tan sucinta y clara este modelo de arquitectura. Nos ha inspirado!
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